Los diferenciales están cerca de mínimos históricos mientras que los rendimientos se mantienen altos. Esa desconexión existe porque los mercados de crédito aún dependen de intermediarios que deciden qué riesgo se valora, cuándo y para quién. La criptografía puede solucionar esto. Los mercados de crédito en cadena pueden hacer que el rendimiento sea programable, componible y transparente. Cada instrumento tokenizado puede representar una reclamación real sobre el riesgo, no una exposición sintética oculta detrás de capas de balances. Los mercados de grado de inversión y de alto rendimiento pueden vivir en cadena. Los contratos inteligentes pueden valorar la duración, el incumplimiento y la liquidez en tiempo real. Las stablecoins y los tesoros tokenizados ya mueven miles de millones de esta manera. El siguiente paso es el crédito, el papel corporativo tokenizado, el préstamo securitizado y los fondos estructurados que se liquidan en libros abiertos en lugar de en vías privadas. Cuando el crédito se convierte en software, el mercado se vuelve global. Los diferenciales se comprimen de forma natural porque la información se mueve a la velocidad del código. El futuro del rendimiento no está en perseguir puntos básicos, sino en reescribir cómo se crean esos puntos básicos. El nuevo mercado de bonos no será construido por bancos. Si estás construyendo una empresa o un protocolo, ven a hablar con nosotros @krakenfx